Sin reservas. A -10º en un estadio con poco más de un millar de aficionados,
el Atlético salió sin reservas a obrar el milagro de la remontada ante el Rubin
Kazan después del 0-2 encajado en el Calderón una semana atrás. No pudo ser. Y
lo intentaron. Los rusos se limitaron a echarse atrás y a encomendarse a la
falta de claridad del Atleti a la hora de construir su juego de ataque.
Tuvieron innumerables ocasiones los del Cholo. Entró la última. Marcó Falcao a
falta de siete minutos para el final. No fue suficiente. Primer cruce que los
rojiblancos no superan con Simeone al mando. El actual campeón de la Europa League entregó
en Moscú su corona y ahora se centrará en mantener ese segundo puesto
en la tabla y en alcanzar el próximo miércoles la final de Copa en el Pizjuán.
De entrada, ambos conjuntos mostraron sin reparo sus cartas. Predecibles,
por otra parte. Los de Simeone decididos a no repetir los errores cometidos en
la ida. Fue un conjunto reconocible con su habitual presión, su juego
agresivo y sus continuos acercamientos al área. Por su parte, el Rubin
Kazan abogó por tratar de repetir lo del Manzanares, agazapados atrás,
esperando a que Rondón enganchase una contra.
Con estas cartas se desarrolló un encuentro en el que los rojiblancos fueron
de cara desde el primer minuto. A los tres minutos, Falcao ya probaba al meta
local. Fue una de las pocas ocasiones que el colombiano pudo enganchar durante
la primera mitad. Y es que la consigna de Berdyev era clara, hasta tres
defensas sobre el ‘Tigre’ cada vez que se aproximaba al esférico en las
inmediaciones del área. Después de una serie de acercamientos sin
resultado, el Cebolla probó suerte desde fuera del área, otro de los recursos
más empleados y del que echaría mano Raúl García y Saúl minutos después. Otra
de las fórmulas para generar peligro fue Adrián. El asturiano intentó acercarse
a su mejor versión. Varias de sus jugadas personales dieron pie a peligrosas
entradas en el área que no acabaron dando resultado. En una de ellas Falcao no
enganchó en boca de gol uno de esos balones. En boca de gol, precisamente, tuvo
que sacar Kuzmin una bola después de una salida en falso de su portero.
Entre una posesión absoluta de los colchoneros, 62% frente a 38%, y más
ocasiones, el Rubin, desaparecido, apenas pudo responder con dos disparos
indefensos para Asenjo. Y así concluyó el primer tiempo, con un injusto empate
a cero. Situación que acabaría pensado al Atleti en el devenir del encuentro.
En la segunda mitad, los rojiblancos mantuvieron su fe intacta, si bien sus
acercamientos se redujeron. Es más, el peligro al inicio lo puso Rondón. El
venezolano le robó la cartera a Miranda que buscó recortarle siendo el último
hombre y perdió el esférico. El ariete del Rubin disparó y se encontró con un
seguro Asenjo.
Con un Atleti ya más precipitado, Saúl consiguió girarse en la frontal del
área y poner a prueba al arquero local. Faltaban en aquel momento 25 minutos
por delante, y un Atleti contra el crono, empezó a evaporarse. Poco a poco, los
colchoneros fueron bajando los brazos hasta que una de esas jugadas que había
firmado Adrián durante la primera mitad la volvió a repetir para internarse en
el área y habilitar a Falcao para hacer el 0-1. Un amago de reacción y
remontada con siete minutos más el descuento por delante que no acabó llegando.
Y eso que César Navas fue expulsado al borde del 90 por una dura entrada sobre
Falcao para poner más emoción al choque. No pudo ser. Aquella jugada
desgraciada de Asenjo en el córner acabó marcando la eliminación rojiblanca.